El autor y especialista en tecnología Ben Tarnoff, nacido en 1985 en San Francisco, ha lanzado recientemente un ensayo llamado «Internet para la gente: la lucha por nuestro futuro digital». En este trabajo, Tarnoff proporciona una visión histórica del desarrollo de Internet, desde su concepción como un proyecto subvencionado por el gobierno estadounidense hasta su situación presente, controlada por gigantes tecnológicos. El autor defiende un modelo de Internet más inclusivo, donde la gente tenga un papel activo en su administración y evolución.
De «usuarios» a «personas»: reconsiderando nuestra conexión con Internet
De «usuarios» a «gente»: repensando nuestra relación con Internet
La infraestructura del Internet: los «conductos» invisibles
La infraestructura de Internet: las «tuberías» invisibles
La función del Estado en garantizar el acceso universal a Internet
Tarnoff sostiene que el Estado debería asegurar el acceso universal a Internet. Cree que este debate está estrechamente vinculado a cuestiones esenciales como el sentido de la democracia. Según él, la democracia significa que las personas tienen los recursos necesarios para llevar una vida autónoma, lo que abarca el acceso a Internet. Asimismo, resalta la importancia de que las personas intervengan en las decisiones que más les afectan, algo que considera inviable en un Internet enfocado en el lucro.
Tarnoff argumenta que el Estado debería garantizar el acceso universal a Internet. Considera que este debate está intrínsecamente ligado a cuestiones fundamentales como el significado de la democracia. Para él, la democracia implica que las personas dispongan de los recursos necesarios para vivir una vida autónoma, lo que incluye el acceso a Internet. Además, destaca la importancia de que las personas participen en las decisiones que más les afectan, algo que considera imposible en un Internet orientado al lucro.
El autor critica las regulaciones que únicamente imponen normas sin modificar la estructura privatizada de la red. Defiende la creación de entidades de propiedad pública o cooperativas que integren principios de participación democrática en su funcionamiento diario. Estas entidades podrían realizar funciones que actualmente llevan a cabo grandes corporaciones con fines de lucro, tanto en relación con la infraestructura de Internet como en la organización de nuestras actividades en línea. Tarnoff propone que las políticas públicas podrían fomentar el desarrollo de estas alternativas, proporcionando recursos obtenidos de las grandes empresas tecnológicas.
Casos de redes comunitarias y retos actuales
Ejemplos de redes comunitarias y desafíos actuales
Tarnoff menciona ejemplos de redes comunitarias de propiedad pública o cooperativa que operan bajo principios democráticos. En Estados Unidos, existen cientos de estas redes, como las cooperativas rurales de Dakota del Norte, que ofrecen mayor velocidad a menor coste que los gigantes monopolísticos. Estas redes surgieron durante el New Deal, cuando se intentaba llevar electricidad a las zonas rurales más pobres, y se beneficiaron de exenciones fiscales a cambio de cumplir ciertas condiciones, como organizar elecciones internas. A nivel global, también existen ejemplos de entidades democráticamente gobernadas que proveen conexión a Internet a sus miembros, como Guifi.net en … .
El autor también reflexiona sobre el panorama político actual y su impacto en Internet. Señala que la compra de plataformas digitales por parte de magnates ilustra los peligros de que … vulnerable a las presiones del … Además, destaca que la experiencia en línea se ha degradado en los … debido a la proliferación de contenidos generados por inteligencia artificial. Aunque reconoce que el panorama actual es desolador … , enfatiza la importancia de la imaginación colectiva y la experimentación para evolucionar hacia una Internet gestionada democráticamente.